Última noche, parece, desde Portugal. Dormimos escuchando el Atlántico en Cascais, pegaditos a Lisboa.
El día pintaba suave, carreterita nacional, lisa y recta hasta la capital. Y así ha sido. Sin embargo, hemos visitado dos peblecitos con mucho encanto: Figueira da Foz y Nazaré, dos localidades pequeñas (relativamente), costeras y con bastante turismo de veraneo (sin llegar a ser Benidorm, por supuesto). Sólo por eso ya ha valido la pena.
Hemos comido en el segundo, Nazaré, pues Javier ya tenía referencias; y buscando en Google se recomendaba un sitio llamado 'Maria do Mar' (jueguecitos de palabras a parte, pero con la comida que sirve, Maria -foto- domaría a cualquiera), que ha resultado ser un acierto rotundo. Vaya tela como estaba la 'Caldeira' y los postres! Una pasada.
Con la digestión en marcha hemos salido hacia Lisboa y ha sido un tostón, unos 100kms de tostón más o menos. Al llegar a la capi nos hemos desviado hacia Sintra- Cascais, donde está el camping. Pues bien, la autovía ha resultado ser un auténtico caos, los 3 carriles a tope, a velocidades peligrosas para la densidad de tráfico... Y en un adelantamiento en que Javi se ha quedado atrás y nos hemos distanciado... Pluff! Sorpresa! Nos hemos perdido el uno al otro. Javier por autopista y yo por nacional. Parece ser que han cundido los nervios por las dos partes ya que yo no llevo teléfono operativo y no había manera de hablar para encontrarnos. Finalmente los dos hemos tenido la misma idea: seguir hasta Cascais, encontrar el camping y esperarnos allí hasta que apareciera el otro. Coordinación 100%! Ha sido un reencuentro emocionante.
Para calmar el 'disgusto', un par de cervezas bien frías y a montar. Ducha, cena en el bar con fútbol (por cierto, mi más sinceros condolencias a los colchoneros q han perdido la Supercopa contra el Barça 0-0) y a dormir.
Antes de despedirnos de Portugal, decir que es un país muy interesante, que tiene cosas bastante diferentes a España (no sólo el idioma, también muchas costumbres), que las ciudades están muy envejecidas, que tienen muchísima vegetación y que hacen un café de categoria, por no hablar del bacalao o el pescado y el marisco en general. Muy recomendable.
Lo dicho: mañana besaremos suelo español. Ya tenemos ganas de escuchar a la gente de alrededor hablar castellano.
Escribiendo ya con un solo ojo por el sueño, os deseo que paséis una noche igual o mejor que nosotros como mínimo.
Boas noites!
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