Es una de las cosas más a resaltar del día de ayer. Salimos sobre las 10.30 despues de desayunar como generales franceses. El café no es lo suyo, pero la bollería y el pan lo hacen como nadie.
Empezamos d nuevo a subir y bajar montañas pero si ver nada. Hasta q no llegamos prácticamente a España, no se veía más allá d 10m; ni siquiera entre nosotros. Y del frío ni hablamos: Javier se tuvo q poner una térmica y yo llegué a encender los puños calefactables. Nos fuimos moviendo entre los 13 y 18 grados toda la mañana.
Al entrar al Pirineo aragonés por Formigal la visibilidad mejoró mucho. Paramos a comer de tapas en una gasolinera muy aseada con que nos cruzamos y seguimos la marcha. Pero como no podía ser de otra manera el sueño siestero nos atacó sobre las 4 y paramos para descansar un poco (Javier durmió, obviamente).
Seguimos hasta cruzar Echo y adentrarnos por una garganta espectacular con una carretera a la par, la cual desembocaba hasta un camino de piedras donde Javier estrenó sus ruedas nuevas. A mí me toca dedicarme a seguirlo a duras penas, una vez más. Pero estuvo muy divertido.
Tocó dar media vuelta porque al preguntar si llevábamos la dirección correcta nos avisaron de nuestra equivocación y tuvimos que volver a Echo, lugar donde fijamos nuestro fin de etapa. Encontramos una pensión muy maja, Casa Chuanet, regentada por una gente muy amable y agradable.
Para cenar fuimos a Casa Blasquico, lugar reconocido por la zona debido a su calidad gastronómica y con numeros premios culinarios. Los platos en las fotos. Y después gintonic para culminar un gran día.
Lo peor, para mí, iba al venir por ña noche, al acostarme...
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Me desperté con sudores fríos y dolor estomacal. Después de pasar la noche con vómitos y diarrea, el médico que vino a mitad mañana a la pensió ha concretado: gastroenteritis, dieta absoluta y reposo. De manera que nos hemos visto obligados a hacer un alto en el camino para seguir previsiblemente mañana.
Mi día ha consistido básicamente en tragar pared con dolores d estómago agudos, sudores y carreras al cuarto d baño. Un asco, vamos.
Javier sí q ha salido a comprarme aquarius un par de veces y a ver un poco toda la zona. Pobre, menudo día.
Luego nos hemos metido una buena siesta y ahora bajaremos a que nos dé el aire y a cenar. Confiemos en que mañana podamos volver a reanudar la marcha, que para eso hemos venido aquí!
Hasta mañana!
(Después de casi dos días intententando publicar el post, no sé por qué pero no me deja incluir las fotos, que en estos dos días valían mucho la pena. Qué le vamos a hacer...)
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